martes, 5 de marzo de 2013











LO QUE A VECES PIENSO SOBRE MI FORTUNA PERSONAL.
¿Qué hubiese pasado si hubiera llegado a la vejez, a la ancianidad lleno de oro, de riquezas y con una enorme fortuna en mis manos? ¿Qué hubiera cambiado, qué cambiaría? ¿Sería más feliz? ¿Me desayunaría con un licuado de bigote de ballena y comería  pepitas de oro con faisán todos los días? ¿Cuántos trajes, cuántas camisas y cuántos pares de zapatos juntos, me podría poner para salir a la calle? Es muy posible que tuviera varios cientos de placares llenos de ropa que no podría usar nunca, varios autos de las mejores y más caras marcas, uno o dos aviones privados, tres o cuatro de las más bellas damitas de la farándula trabajando como “secretarias todo terreno”. No podrán faltar las mejores colecciones de cuadros de pintores famosos, colecciones de joyas, colecciones de relojes “Cartier”, “Rolex” y otros de no menos caras y famosas marcas, un yate en el Mediterráneo para vacacionar por la Costa Azul, otro en el Caribe, varias estancias diseminadas en las mejores áreas de la “pampa húmeda”, una de las cadenas de Supermercados más cotizadas en toda sur América y de rigor, grandes paquetes accionarios de las mejores y más importantes empresas a lo largo y a lo ancho de todo el mundo capitalista. No descuidaría mis depósitos en Suiza, en Liechtenstein, en las Islas Caimán y sobre todo en Panamá y una “cuentita para gastos menores” en Montevideo. Pagaría lo que fuera necesario para salir en la Revista Forbes, viviría en el invierno argentino en el Caribe y no faltaría una sola temporada invernal a esquiar en “Aspen”, Colorado, luego regresará a mi piso frente al Central Park, en Manhattan, Nueva York, cuyo valor sería de unos 25 millones de dólares y allí reuniría lo mejor de mis amistades, haciéndoles unos grandes asados argentinos con carnes de “cortes for export” de mis estancias y les haría probar los mejores y más exquisitos vinos de mis bodegas de Mendoza y de San Juan. Ese lugar sería usado solo una vez al año, para la realización de mis exclusivos negocios argentinos de inversión en agricultura, minería y exportación de granos a China. Al mismo tiempo y por estar en ese lugar, pudiera aprovecharlo para desde ahí, hacer “inversiones en argentina” en el rubro petrolero en el yacimiento de Vaca Muerta, que dicen que será un gran negocio a futuro. Una de las mayores preocupaciones para mí, sería el tema de la inflación, pero eso lo resolvería con una “idea creativa” que siempre hubiera estado latente en mi personalidad de hombre previsor: En un lugar no determinado, construiría un “búnker”: a 50 metros de profundidad y allí depositaría mil millones de dólares en barras de oro, por si llegaran a caer todos los valores de la moneda circulante en el mundo. !Hay que ser previsor! Por cualquier cosa… Eso sí, si llegara el caso y fuese necesario para defender mis intereses, no me temblaría la mano para “agarrar el teléfono” y hacer una operación sobre todo el “cuerpo legislativo” para que aprobara alguna Ley que me asegurara la impunidad que fuera necesaria. !En eso sería muy concreto y muy serio mi proceder! Es decir, no dejaría de ser un hombre anciano, un vulgarmente llamado “viejo” pero aparentemente todo poderoso que atravesaría por el mundo con la más impúdica de las arrogancias: !EL PODER QUE DA EL DINERO! ¿Y de la familia que dice? A no, eso no entra en la vida de un hombre de negocios como yo, y mis hijos si quieren plata, que luchen como yo lo hice si quieren llegar a ser ricos. No es cuestión de alimentar vagos, además no tengo tiempo para ocuparme de ellos y mucho menos perder mi tiempo en tratar de aconsejarlos.
Analizado con detenimiento, todo lo que acabo de decir y sintiendo que yo, bien pude haber sido a lo mejor ese hombre, me siento el !DUEÑO DE LA CREACIÓN  ¿Saben por qué?  Porque si yo hubiese llegado a mis 82 años siendo un hombre “tan importante” y tan enormemente rico, no creo que tuviera la felicidad que en este momentos disfruto. Saber que cuando llegue el momento en que deba cerrar mis ojos para siempre, no le habré hecho demasiado mal a nadie y que todos aquellos que me rodeen, ha de ser porque realmente me quieren y no por lo que les pudiera dejar como herencia. ¿Le parece poca mi fortuna? !Tengan cuidado con lo que deseen!

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