jueves, 14 de marzo de 2013





 
AYER ME PREGUNTARON: ¿LE GUSTA EL PAPA?
Les respondí: “No me tiene que gustar, me tiene que servir”. En efecto, más allá de las creencias religiosas, de si uno es católico o es ateo, este es un tema que supera lo personal de cualquier argentino y puedo dar fe de ello. Pero para entenderlo, hay que tener una visión menos sesgada de la realidad. Me explico: Los argentinos que andamos por el mundo hace muchísimo tiempo, con mucha frecuencia nos preguntan: ¿Y usted de donde es? A lo que respondemos insuflados de orgullo: !Soy argentino! Y la respuesta siempre es la misma: !Ah… Maradona! Es decir, el mundo no nos reconoce por argentinos, nos conoce por Messi, Fangio, Evita, Perón o Maradona. ¿Qué nos está diciendo a gritos esa calificación que nos hacen en Roma, en un remoto pueblito de México, en una ruina del Peloponeso o en el Valle de los Muertos en Egipto? !Que no existimos como país! ¿Nos duele? Si nos duele y mucho, pero esa realidad, es nuestra realidad más allá de cualquiera de nuestros sentimientos. Yo vivo en Norteamérica, la mayoría, al verme me cree mexicano y cuando molesto les respondo que soy argentino, me dicen sonrientes: Oh… sí Río de Janeiro… Brasil… ¿Son todos tarados? !No! Es que formamos parte de ese mundo lejano y ajeno y por lo tanto nos creen intrascendentes e insignificantes, no nos toman en cuenta y muchas veces nos hacen pensar “con bronca” que no existimos. Es más, ocurre lo que nos sucede a nosotros con algún paisito del África, donde a lo mejor hay gente enormemente evolucionada e incluso con capacidades superiores a la nuestra, pero como no los conocemos, ignoramos de su existencia. Pero el hombre siempre ha sido así; los que vinieron en la Conquista así pensaban, los Cruzados también, los que van a la Luna o a Marte no creo que piensen diferente. ¿Cómo pudiéramos cambiar todo eso? !Con un hecho como el acontecido ayer! Me llamaron más de cien personas de diferentes países, muchas, muchas de ellas que nunca me habían dado bola: !Sorprendidos! ¿Cómo que un Papa argentino? Entonces Argentina no es Haití, ni el Congo, ni Gana, quiere decir que es un lugar importante, poblado de gente que es inteligente y muy evolucionada. Un Papa no es “moco de pavo” es una cosa demasiado importante como para que salga de cualquier lugar, y menos de un país que no tiene ninguna ingerencia dentro del orden militar, político o económico mundial. Les aseguro, que nunca en la vida de la existencia de la República Argentina como país independiente, ha sido tan “averiguado” como ayer en cuanto mapas, referencias, Internet y toda las parafernalias informáticas modernas que existen en el mundo en toda su historia. !Todos querían saber quiénes somos! Se que esto no ha de gustarle a muchos de mis amigos, pero les puedo asegurar que ayer fue “descubierta” la Argentina en el mundo. ¿Qué de golpe me volví Católico, Apostólico y Romano? !Para nada! Soy el mismo, el mismo de siempre, pero no seré tan estúpido como muchos pudieran creerlo y mis convicciones seguirán siendo las mismas: ¿Por qué habrían de cambiar? Lo que pasa es que esto hay que CELEBRARLO EN GRANDE y montarse en la ola de este tsunami que nos cayó como peludo de regalo, porque si somos inteligentes, ahora sí que podremos hacer ruido en el mundo y les aseguro que… Todos lo van a escuchar!








lunes, 11 de marzo de 2013




























¿QUE HACE UN PERONISTA EN LAS VEGAS?
Depende que clase de Peronista sea. Hubo “peronistas” que durante el “menemato” traían carretas de dólares y los sembraban en los Casinos como quien siembra trigo o maíz en un rastrojo. Los vieron ocupar “suites” Presidenciales de más de mil dólares la noche (con putas incluidas) y hacían verdaderas orgías negras, que incluso, sorprendían a los famosos jeques árabes habitúes del high rollers. ¡Perón da para todo! Incluso, hoy en día, donde muchos advenedizos al peronismo disfrutan de fortunas y prebendas mal habidas, que da terror y vergüenza al mismo tiempo. En cambio, yo soy un “perejil”  el mismo que cuando Sofovich y sus amigotes hacían temblar la banca, el susodicho, montado en una escalera diseñaba murales o pintaba carteles, con la misma tranquilidad que hoy, regresa a visitar a sus nietos. ¡No negaran que sí, hay dos clases muy marcadas de Peronistas! Pero ¡Las Vegas, es Las Vegas! El glamur, la fantasía, el “escape para la trampa” con el pretexto de alguna “convención”, la noche (y el día siempre a media luz) el ruido de las maquinitas, de las fichas, de los dados; los gritos delirantes de algún afortunado, las caras largas de los ilusos y esa absurda tentación de creer que aquí todo está permitido. Pero hay otra ciudad, la que vive en el silencio de la realidad, lejos del destello de las marquesinas y de la locura embriagadora de la fantasía, es la ciudad de la gente que trabaja para que esa fábrica de mentiras funcione. Una de tantas es mi hija Stella, que al frente de su Agencia de Seguros lleva una vida normal, con esa dignidad que da trabajar ocho horas todos los días de la semana, resolviendo problemas, protegiendo a quiénes trabajan y se transportan en sus propios autos, a los que no tienen “papeles” y necesitan seguro para concurrir a sus empleos y que haga posible que funcione esa enorme maquinaria que fabrica la falsa felicidad. Esa es la “otra Las Vegas”, que colma los Súper mercados, las tiendas de ropa usada, los restaurantes mexicanos de comida barata, los talleres mecánicos de autos usados, los que ponen techos, arreglan baños, son cocineros, son los que concurren con más de 45 grados de calor al medio del desierto para construir casas, hacer zanjas, los que vinieron a clavar clavos, a limpiar Casinos, a descargar madera, a limpiar casas, a cuidar chicos, a lavar ollas y a buscar trabajo… Una ciudad que vi crecer como nadie pudiera imaginar, a la que “llegué fundido” en 1994 después de uno mis tantos regresos a la Patria, y me dio albergue, trabajo y pan para mis hijos. La que tenía medio millón de habitantes a mi arribo y la dejé con más de dos millones cuando “otra vez regresé tratando “otra vez” de ser útil a la Patria en el 2003. ¿Imaginan ustedes lo que se aprende viviendo y observando de cerca con ojos aviesos una transformación tan extraordinaria y monstruosa, dentro de una sociedad súper desarrollada? Bueno, eso es lo que puede hacer un Peronista en Las Vegas: ser testigo de las miserias y las virtudes de una sociedad que los argentinos odian tanto, que le tienen tanta bronca, que tejen mil hipótesis de su realidad, que la mayoría no conoce, pero que todavía y en profundidad, no han averiguado por qué. Ahhh… y esto no tiene nada que ver con el Imperialismo ni todas las boludeces que puedan imaginar los inventores del hilo negro…

viernes, 8 de marzo de 2013




LAS 40 MIL CARTAS QUE PERON ESCRIBIERA EN EL EXILIO.
!Qué manera de trabajar este hombre! Escribía o contestaba un promedio de diez cartas diarias durante la semana de lunes sábado, tarea que cumpliera rigurosamente durante sus 18 años de exilio. Fue, sin lugar a dudas el único general en el mundo que ganó una guerra con una maquinita de escribir. ¿Por qué puedo afirmar esto? Por haberlo observado durante semanas sentado frente a su “Olivetti” portátil primero y a su también portátil “Remingtón” después. “Mis máquinas tiene que ser portátiles, porque no se cuanto tiempo voy a estar viviendo en un lugar con esta vida de gitano que ahora tengo”. Era asombroso ver su disciplina en el ejercicio de su tarea y la dedicación casi enfermiza que ponía. En su mesita de trabajo, cada cosa estaba ordenada en “su lugar” y la mayoría de las cartas las escribía en papel de avión; “liviano, para que pesen menos y el franqueo sea más barato” me dijo alguna vez. Eso sí, toda su papelería tenía impreso en el tope de la página, el nombre de Juan Perón; era muy cuidadoso en ello, a tal extremo que cuando se le acababa el papel se preocupaba muchísimo porque “van a creer los muchachos allá, que la carta que están recibiendo no es mía” decía rezongando mientras tipiaba su nombre a máquina en el costado izquierdo del papel. Las cartas importantes las meditaba en silencio allá cerca del ventanal, mientras alguno de nosotros permanecíamos sentado en los sillones del living o preparábamos algo para enviar a la argentina. Escribía a contraluz dando la espalda al gran ventanal: “Si me pusiera al revés, me molestaría el reflejo del sol en los ojos” le oí decir muchas veces. Esta cartas importantes, la escribía siempre en papel “Bond” y eran las que generalmente se entregaban de manera personal “en sus propias manos” y la mayoría de las veces las escribía de puño y letra. Tenían en sí un mensaje especial, diferente, y al ser personalizadas, ese manuscrito significaba una distinción extrema hacia le persona que iba dirigida. Una carta de ese tenor hablaba de un “Mensaje Supremo” a los que muy pocos tenían el privilegio de llegar. Lo mismo ocurría con los abrazos que daba Perón. Un abrazo prolongado, mejilla a mejilla, era un mensaje que asociaba al que lo recibiera con la más alta aceptación de su parte, en cambio, un abrazo frío marcaba cierto distanciamiento y no digamos lo que significaba, cuando daba la mano con firmeza y detenía al que lo intentaba abrazar. Pero sigamos con las cartas: hubo épocas en que llegaban infinidad de cartas que “debíamos ayudar a leer” y que provenían de los lugares más insólitos y remotos, ya que la gente se las ingeniaba para hacérselas llegar, muchas desde Chile o desde el Paraguay porque la dictadura las interceptaba a todas. En cambio, cada una de las cartas que el General escribía eran como “un cañonazo” contra la dictadura, por eso para él tenían tanta importancia, ya que “no era cuestión de escribir cualquier cosa” como con frecuencia solía decir. “La gente está desesperada y espera mis directivas, mi aliento y comprensión para continuar la lucha”. !Cuántas veces lo veíamos en silencio asomado a ese balcón del piso once, mirando a la inmensidad como esperando una respuesta que no llegaba a su inspiración! Este tema de la correspondencia del General, quizá sea el tema menos tratado en toda la historia del Peronismo, siendo que es el más importante y que dio vuelta el destino de nuestra Patria y generó un potente diálogo entre un pueblo sometido por gobiernos dictatoriales y su líder arrinconado en un oscuro rincón del continente americano, como lo eran la Caracas y la Santo Domingo de entonces. Los historiadores que han escrito y escriben sobre Perón, aún no han tenido el profesionalismo requerido por la hermenéutica y la historiografía para rescatar, de entre esas miles y miles de cartas, la verdadera historia contemporánea argentina que ha sobrevolado los últimos 70 años de nuestra historia. La monumental tarea desarrollada por ese hombre en soledad, no tiene parangones en ninguno de los líderes conductores de pueblos en el mundo y esas 40 mil cartas de las que hablo, (que pudieran ser más) están ahí diseminadas en cientos de cajas fuertes y cajones arrumbados, propiedad de argentinos que ignoran el tesoro que la Providencia depositó alguna vez en sus manos o en las manos de algunos de su familiares ya desaparecidos. Este simple ciudadano, que fue un oscuro testigo y hoy un simple y anónimo militante, ha sido uno de los millares de esos bendecidos que han tenido el extraño y raro privilegio de atesorar en sus manos (entre cartas y tarjetas de felicitaciones) unos 20 escritos por Perón dedicados a su persona. !Me queman en las manos porque no puedo hacer nada con ellas! Pero por lo menos, las iré publicando para así arrancarlas del olvido y de esa manera, entrarán en la historia grande del Perón que habrán de conocer algún día, los argentinos del futuro. ¿Qué más pudiera hacer con ellas?







PERON y CHAVEZ:
NO JODAN CON INVENTAR OTRA HISTORIA.
Chávez fue el mejor alumno de Perón y muchos de los que se “dicen Peronistas” no se dieron cuenta todavía. Pero esto tiene su historia y se debe contar para ayudar a “entender” lo que ha sido simplificado de manera canalla por los intereses que nunca aceptaron a Perón y mucho menos al Peronismo. Los que de alguna manera, hemos atravesado dos ciclos históricos en una sola vida y sin proponernos, hemos sido testigos “desde adentro” de la mayor relevancia social y política ocurrida en el Continente Americano, tenemos la obligación de explicar “nuestra versión de sus hechos” sin que hayan sido contaminada por ninguna clase de intereses. Ese balance un tanto desprejuiciado, sobre lo que se ha visto y se ha vivido difiere exponencialmente de la ”versión oficial” que hoy muchos conocen y sostienen como una verdad revelada. Esa historia tiene fecha exacta de inicio: mes de junio del año 1943 y está ligada directa y estrechamente con la aparición en el horizonte político del escenario argentino de Juan Domingo Perón. Es decir, se sitúa en el día en que por primera vez se oyen por estas latitudes, otras resonancias que difieren del común discurso pronunciado en décadas por las viejas oligarquías dominantes del siglo IXX. Ese mensaje distinto, nos permitió a nosotros, los que éramos millones de marginados sociales indiferentes, oír una campana desconocida a nuestros oídos: traía palabras simples y otras nuevas, que jamás habíamos escuchado y nos sorprendimos como: “oligarquía“, “derechos a los trabajadores“, “pueblo”, “niños privilegiados” “derechos a la mujer”, “derechos a los ancianos” con derechos y más derechos… a la “soberanía política”, “justicia social”, “independencia económica”  y tantas otras que las fuimos incorporando como si las hubiésemos aprendido y pronunciado toda la vida. Pero resulta que estas grandes mayorías marginadas nuestras, tenían también sus correlatos en todos los países de nuestro continente y esas barreras invisibles que antes no veíamos, estaban instaladas dividiendo las sociedades en todos nuestros países hermanos. Y allá fueron, como palomas mensajeras, nuestros agregados obreros a instalarse en cuanta embajada hubo en el mundo y allí fueron folletos, ideas y conferencias para enseñar que era posible luchar por un mundo mejor. Se sembró desde 1945 hasta 1955 una semilla que hoy millones de argentinos desconocen que se hizo, allí hubo miles de equipos de futbol completos enviados por la Fundación Eva Perón para los chicos pobres y repartidos en todos los barrios más remotos, pero también fueron millares de libros argentinos, medicamentos, ropa, trigo, maíz y una generosa presencia que aquella diplomacia que enorgullecía a todo aquél, que como argentino, llegaba al más remoto de los pueblos perdidos entre las selvas y las montañas. Esa actitud aparentemente silenciosa, fue sembrando en la vista asombrada de las juventudes y de los estudiantes de esos países una curiosidad primero y una visión de búsqueda después, de que allí se podría hacer lo mismo que se hacía en la Argentina. Todas aquellas revoluciones que a partir de entonces se gestaron en aquellos países, fueron obra de esas primeras semillas nuestras, la liberación al colonialismo, la lucha contra el imperialismo, la necesidad de exigir derechos, la voluntad de buscar justicia social, parten de las ideas originadas en Perón. Yo lo viví personalmente caminando pueblo por pueblo en los polvorientos caminos de una Latinoamérica empobrecida, en donde encontraba envejecidos equipos de futbol y viejas pelotas de cuero que decían en algún lugar: Fundación Eva Perón. Me encontré con millares de libros sobre la organización del sindicalismo y folletos en poblaciones increíbles y en abandonadas bibliotecas, vi con mis propios ojos a gente pobre guardando en un rincón de sus chozas una foto de Evita colgada en la pared. Escuché a estudiantes en Colombia, en Ecuador, en Perú, en Centro América, en México interesados de conocer y de hablar del Justicialismo de Perón, pero sobre todo no entendían lo que había sucedido en Argentina, de acuerdo a las noticias que allí recibían, ya que las noticias abominaban de la figura de Perón. Hubo que explicar y explicar hasta el cansancio, la verdadera razón de su caída y la ingerencia directa del imperio en el golpe militar de la tristemente llamada Revolución Libertadora. Pero aquellas “banderas” que Perón había desplegado entre 1945 y 1955 no son otras, que las que recogen esas juventudes en todos esos países, son las que enarbola Arévalo y Arbenz en Guatemala, las de Alvarado en el Perú, las de Gaitán en Colombia, las del MIR en Bolivia, las de Jao Goular en Brasil, las mismas que empuñan los militares de Venezuela, Velasco Ibarra en Ecuador y Fidel y el Che para liberar a Cuba. Las mismas, que las envuelven con sus propias improntas y sus propios discursos, personalizando a cada una de sus gestas, pero en el fondo con el mismo contenido: Distribución de la riqueza, justicia social, trabajo digno, educación para sus pueblos, salud, dignificación de la mujer, independencia del imperialismo y sobre todo, soberanía política. Irónicamente, un Perón trashumante, desplazado del eje ideológico no podía influir en los contenidos políticos e insurreccionales que se estaban dando a su alrededor, sin embargo, sus ideas y sus principio, curiosamente, hacían salta en pedazos el “orden establecido” en América Latina. La década de los años 60 nos encuentra en plena convulsión y eso no es una casualidad, todos los movimientos tienen la misma impronta, esa que si la analizamos en profundidad, la había ya marcado Perón 15 años antes. Esto hay que decirlo, pero también hay que explicarlo, bueno, Chávez es un exponente tardío de esa Revolucionaria postura ideológica liberadora y es, posiblemente, el que más lejos a llegado en su realización. Lo único malo de todo esto, es que le han faltado los 10 años futuros para que se consolidara su modelo. Pero la idea fundacional de todo estos hechos es solo de Perón… !Así que no jodan con inventar otra historia!

jueves, 7 de marzo de 2013





                       UNA MIRADA SERENA SOBRE LAS LECCIONES DE LA HISTORIA

















                CHAVEZ: CONCLUYE UNA ETAPA.
                .......................................................SE CIERRA UN CICLO HISTÓRICO EN AMÉRICA LATINA.
La marcha inflexible de la historia nos vuelve a sorprender. Nos ha puesto nuevamente en sobre aviso que a partir de ahora, comienza una nueva instancia, una nueva etapa y un nuevo ciclo, ciclo al cual llegaremos llenos de incertidumbres, de acechanzas y ¿por qué no decirlo? llenos también de improvisación. El “cometa Chávez” acaba de pasar. Ahora han de llegar las interpretaciones, pero su luz, su luz ya no alumbra más el firmamento, ya no estarán más sus destellos, esos que bien pudieron cambiar definitivamente la historia y la vida para siempre de nuestra región, de nuestro continente. Ya nadie volverá a hablar del gran gasoducto atravesando la América del Sur y desparramando a raudales esa energía que hubiese significado cambiar de raíz las fuentes de nuestras economías regionales y de nuestros planificados desarrollos. Ya nadie volverá a hablar tampoco, de una de las ideas más extraordinarias y brillantes que se le hubieron ocurrido a Chávez en toda su vida, esa que con el ímpetu de su entusiasmo presuroso y volcánico como lo tenía, nos tiró un día sobre la mesa: !El Banco del Sur! Esa poderosa y mágica institución, que hubiera significado el más grande y extraordinario motor para una descomunal aventura que jamás ningún ser humano pudiera imaginar: LIBERAR AL CONTINENTE de las garras del imperialismo internacional. Un banco independiente de las grandes mafias mundiales de la especulación corrupta, donde se hubiesen llegado a administrar todas nuestras riquezas y todo el poderío económico de nuestra región. Un centro financiero propio, convertido en el gran apostador de un nuevo eje económico mundial de patrimonio genuino sustentado con todas nuestras riquezas y nuestras reservas infinitas de recursos naturales. Era tan importante la idea y tan grande su contenido, que fue superior a la capacidad mental de todas nuestras inteligencias. Por ello, no tubo la suficiente fuerza para romper la inercia de su despliegue y ahí quedará como una idea que se fosilizará con el tiempo. ¿Otro Líder? Los tiempos, como los caminos no transitados se borran y de eso, los argentinos tenemos cierta experiencia. Perón, filosóficamente y en contenido, fue superior a Chávez en toda la concepción, en sus ideas y en su visión del mundo, hoy es solo un recuerdo. Nada ha sido aprovechado de lo tanto de su sabiduría, incluso la historia ha sido mezquina con él y para los argentinos de hoy, es prácticamente un desconocido. ¿Con Chávez, creen que no ha de suceder lo mismo? Si Perón, que estuvo 100 años adelantado a su tiempo, hoy es una pieza de museo, porque con Chávez la cosa sería distinta? Por lo tanto, que nadie imagine que a partir de mañana habremos de encontrarnos con un fenómeno diferente y que con su paso, nos queden semillas a recoger; !Eso no ocurrirá! Los grande hombres, son grandes por todo lo que hacen en su propio espacio de vida, en su tiempo, después dejan solamente una estela de luz que el mismo tiempo se encarga de borrar. Mañana concluye un ciclo histórico para América Latina, Chávez quedará en la soledad de su caja mortuoria, su impronta y sus ideas comenzarán a volar, pero él, ese ser humano que fuera un turbión, un toro salvaje, un irreverente incontenible, ha concluido su existencia. !Veremos que nos tiene reservado el Porvenir!

martes, 5 de marzo de 2013











LO QUE A VECES PIENSO SOBRE MI FORTUNA PERSONAL.
¿Qué hubiese pasado si hubiera llegado a la vejez, a la ancianidad lleno de oro, de riquezas y con una enorme fortuna en mis manos? ¿Qué hubiera cambiado, qué cambiaría? ¿Sería más feliz? ¿Me desayunaría con un licuado de bigote de ballena y comería  pepitas de oro con faisán todos los días? ¿Cuántos trajes, cuántas camisas y cuántos pares de zapatos juntos, me podría poner para salir a la calle? Es muy posible que tuviera varios cientos de placares llenos de ropa que no podría usar nunca, varios autos de las mejores y más caras marcas, uno o dos aviones privados, tres o cuatro de las más bellas damitas de la farándula trabajando como “secretarias todo terreno”. No podrán faltar las mejores colecciones de cuadros de pintores famosos, colecciones de joyas, colecciones de relojes “Cartier”, “Rolex” y otros de no menos caras y famosas marcas, un yate en el Mediterráneo para vacacionar por la Costa Azul, otro en el Caribe, varias estancias diseminadas en las mejores áreas de la “pampa húmeda”, una de las cadenas de Supermercados más cotizadas en toda sur América y de rigor, grandes paquetes accionarios de las mejores y más importantes empresas a lo largo y a lo ancho de todo el mundo capitalista. No descuidaría mis depósitos en Suiza, en Liechtenstein, en las Islas Caimán y sobre todo en Panamá y una “cuentita para gastos menores” en Montevideo. Pagaría lo que fuera necesario para salir en la Revista Forbes, viviría en el invierno argentino en el Caribe y no faltaría una sola temporada invernal a esquiar en “Aspen”, Colorado, luego regresará a mi piso frente al Central Park, en Manhattan, Nueva York, cuyo valor sería de unos 25 millones de dólares y allí reuniría lo mejor de mis amistades, haciéndoles unos grandes asados argentinos con carnes de “cortes for export” de mis estancias y les haría probar los mejores y más exquisitos vinos de mis bodegas de Mendoza y de San Juan. Ese lugar sería usado solo una vez al año, para la realización de mis exclusivos negocios argentinos de inversión en agricultura, minería y exportación de granos a China. Al mismo tiempo y por estar en ese lugar, pudiera aprovecharlo para desde ahí, hacer “inversiones en argentina” en el rubro petrolero en el yacimiento de Vaca Muerta, que dicen que será un gran negocio a futuro. Una de las mayores preocupaciones para mí, sería el tema de la inflación, pero eso lo resolvería con una “idea creativa” que siempre hubiera estado latente en mi personalidad de hombre previsor: En un lugar no determinado, construiría un “búnker”: a 50 metros de profundidad y allí depositaría mil millones de dólares en barras de oro, por si llegaran a caer todos los valores de la moneda circulante en el mundo. !Hay que ser previsor! Por cualquier cosa… Eso sí, si llegara el caso y fuese necesario para defender mis intereses, no me temblaría la mano para “agarrar el teléfono” y hacer una operación sobre todo el “cuerpo legislativo” para que aprobara alguna Ley que me asegurara la impunidad que fuera necesaria. !En eso sería muy concreto y muy serio mi proceder! Es decir, no dejaría de ser un hombre anciano, un vulgarmente llamado “viejo” pero aparentemente todo poderoso que atravesaría por el mundo con la más impúdica de las arrogancias: !EL PODER QUE DA EL DINERO! ¿Y de la familia que dice? A no, eso no entra en la vida de un hombre de negocios como yo, y mis hijos si quieren plata, que luchen como yo lo hice si quieren llegar a ser ricos. No es cuestión de alimentar vagos, además no tengo tiempo para ocuparme de ellos y mucho menos perder mi tiempo en tratar de aconsejarlos.
Analizado con detenimiento, todo lo que acabo de decir y sintiendo que yo, bien pude haber sido a lo mejor ese hombre, me siento el !DUEÑO DE LA CREACIÓN  ¿Saben por qué?  Porque si yo hubiese llegado a mis 82 años siendo un hombre “tan importante” y tan enormemente rico, no creo que tuviera la felicidad que en este momentos disfruto. Saber que cuando llegue el momento en que deba cerrar mis ojos para siempre, no le habré hecho demasiado mal a nadie y que todos aquellos que me rodeen, ha de ser porque realmente me quieren y no por lo que les pudiera dejar como herencia. ¿Le parece poca mi fortuna? !Tengan cuidado con lo que deseen!

domingo, 3 de marzo de 2013


‎!Y HASTA IMPLOSIONO EL VATICANO CON EL PAPA ADENTRO!
Hace un poco más de medio siglo, cuando salí por primera vez de argentina, todavía el mundo era previsible. Las grandes transformaciones y los grandes adelantos científicos de la civilización, habían tardado miles de años en aparecer y aún se respiraba en los claustros y en los centros del “moderno” pensamiento, esa ingenuidad pueblerina que el paso del tiempo no había podido todavía alterar. La nostalgia por el pasado, era más bien folclórica que preocupante y para la mayoría de nosotros todavía existían el “cielo y las estrellas”, las velocidades aún se medían con los cálculos de Pitágoras hechos hacía casi tres mil años y entre los apolillados libros de las viejas bibliotecas, descansaba toda la sabiduría de la humanidad. Miles de afilados lápices, cientos de ingenieros y toneladas de papel eran necesarios para realizar un simple cálculo astronómico, una ecuación matemática, una medición sistemática y la velocidad promedio con que se movilizaba el mundo, no pasaba de 150 kilómetros la hora. Una carta desde Europa demoraba para llegar a América casi un mes. Fue necesario extender un cable submarino desde el viejo continente hasta el nuestro para oír nuestras voces y comunicar nuestras ideas, las urgencias en las comunicaciones se suplían con telegramas, donde intervenían cientos de operadores manuales y entre la emisión y el recibimiento pasaban largas horas, realizar llamadas telefónicas internacionales constituía toda una abominable tragedia y en general aquél mundo de la década del año 50 eran un mundo lejano, aislado y ajeno. Mientras muchos de nosotros nos imaginábamos que nuestra vida y nuestras luchas eran para insertarnos en el futuro, ese imaginado mundo idílico de las grandes revoluciones de la historia, esa grandes causas que iríamos a generar y protagonizar, lo estábamos intentando ingenuamente caminando de a pie, comunicándonos por carta y viajando en autobuses destartalados por el continente. En esos mismos tiempos, el progreso de la ciencia y la tecnología nos pasaban por encima, se rompía la barrera del sonido, los laboratorios se llenaban de minúsculas y diminutas maquinitas que con solo enchufarlas en un lugar cualquiera, reemplazaba miles y miles horas de trabajo del pensamiento y de la mente de millares de hombres de ciencia en el mundo. A nuestro alrededor se estaba transformando le Creación, ese universo limitado que por millares de años percibieran nuestros ojos, de pronto, un día lo veíamos alejarse en el infinito y asombrados vimos circular nuestro planeta un aparato satelital inventado por el hombre. Temblamos sin saber porque lo hicimos y no era de miedo, era de ignorancia frente a lo que de golpe nos venía de destruir nuestro ingenuo mundo y nuestras ingenuas convicciones de “idealistas” y de románticos soñadores. Pero nadie, ni el más osado mortal pudo imaginar, que estaba siendo testigo de la más increíble transformación jamás imaginada por mente alguna y que eso traería aparejado la más vertiginosa transformación del ser humano en toda la existencia de la especie. Fue un hecho tan sorpresivo y tan violento, que rompió todas las estructuras de la convivencia humana en el planeta, fue el tiempo de la aparición de una nueva raza, de una nueva dirigencia, de un nuevo colectivo social que llegaban para cambiar al mundo: Los científicos.
Su llegada, no solo sorprendió a los sofistas, sino que los obligó a buscar luces, dejaron de atrincherarse en las viejas sabidurías milenarias de la filosofía, la historia y las tradiciones, que si bien fueron faros de iluminación en el pasado, hoy aparecían como obsoletos caparazones frente a la impronta de los nuevos tiempos. La ciencia y la tecnología, llegaban con baterías de grandes innovaciones que de inmediato transformaron la vida de la gente, prolongaron años la vida, descubrieron nuevas formas de vivir, le dieron en poco tiempo confort, luces, color y músicas diferentes; todo fue más brillante, más hermoso, más simple, más humano. Achicaron el mundo, acercaron las estrellas, le cambiaron las rutas, le agregaron distancias, le destruyeron mitos, le dieron libertad cercenando sus derechos y le impusieron obligaciones de convivencia que les afectó enormemente su independencia personal. !Crearon una nueva civilización, nos guste o no nos guste! Hoy ya estamos inmersos en este nuevo amanecer y aún si imaginar su final, despacio, muchos ya nos estamos integrando a él, es de esperar que a medida que transcurran los años por venir nos  sigamos sorprendiendo y seguiremos viendo caer paso a paso todo aquello que en el pasado nos pareció eterno y hasta sublime. Por eso, cuando leemos y observamos propuestas revolucionarias que se hacían hace 50 años nos da tristeza, nos da mucha pena y no tenemos ideas, ni argumentos para ayudar a combatir tanta ingenuidad. Los viejos, somos los que hemos percibido con mayor rigor todos estos cambios abominables, cambios que para muchos de nosotros habrán de ser motivo de llegar confundidos a la tumba, pero para otros, en cambio, llegaremos sabiendo mucho, mucho más de lo que supieron nuestros antepasados en millones de años transcurridos. !Y eso no es poco! Con decirles, que hasta en los cambios producidos por la marcha implacable de la transformación absoluta de la historia de la humanidad, hasta implosionó el Vaticano con el Papa adentro!

sábado, 2 de marzo de 2013








¿QUIEN ES ESE NIÑO QUE ESTA EN ESTA FOTO CON PERON?
El mismo, que 40 años después de ese día, denunciara públicamente desde su puesto como representante y Jefe en Buenos Aires, de la oficina del Departamento Drogas de los Estados Unidos (DEA) que la República Argentina, se estaba convirtiendo en uno de los países más codiciados por el narcotráfico y el lavado de dinero, (1998) y que su futuro estaría seriamente afectado y comprometido, por el operativo mafioso que se proyectaba a nivel continental, para caer sobre él. Pero también denunció a varios gobernadores del norte argentino, que mantenían serias y aceitadas relaciones con el crimen organizado, permitiendo que en sus territorios operaran más de 700 pistas clandestinas de aterrizaje de vuelos ilegales provenientes del exterior. Fue el que alertó sobre una red de “lavadores de dinero” producto de los “retornos” de las privatizaciones en concomitancia con la Banca Internacional y funcionarios del gobierno, que negociaban por un monto aproximado de 1,300 millones de dólares entre Argentina, Uruguay y Brasil. El mismo que produjo un revuelo dentro de su propia “misión” diplomática, llegando a ser cuestionado por “sus superiores” desde Washington, por la vehemencia de sus denuncias que “afectaban las buenas relaciones entre Argentina y los Estados Unidos”. pero también era el “rebelde” para Carlos Menem, Alberto Cohan, el “Clan Yoma”, Hugo Anzorregui, Raúl Moneta, los hombres del Citibank, el MTB-Bank y HSBC y hasta el propio embajador americano en función entonces, Manuel Rocha, el mismo que Evo Morales echara de Bolivia. Este niño de dos años, fotografiado mientras jugaba entre las piernas del General, en el living del departamento del Edificio “Yos Mary” en Caracas y corría hasta el balcón para arrojar, desde el onceavo piso, pétalos de una rosa que le había regalado Isabelita, conocía de primera mano el “tráfico de armas” a Croacia y a Ecuador, y también, minuciosamente de la estafa al Estado Argentino por 200 millones de dólares realizado por Enrique Piano y el delincuente brasileño Marcos Glikas en aquél celebre caso conocido como: “La mafia del oro”. También el que, entre 1997 y 1999 enfrentó a los poderes faticos y marginales más poderosos de Argentina y los Estados Unidos y por lo que fuera acusado de “facineroso mediático, irritantes, traidor” y bajo presión de ambos lados del poder, obligado a abandonar la Argentina, castigado y enviado a un puesto irrelevante en una oscura oficina de Chicago. !Renunció a todo y para siempre! Se fue silenciosamente a pintar y a dibujar, para poder vender su dibujos por Internet y así mantener dignamente a su familia. Las mafias internacionales enquistadas en el centro del poder político mundial le habían perdonado la vida, pero nunca más irían a permitir que un niñito que se fotografiara con “ningún dictador nazi” de ninguna republiqueta, llegara para fiscalizar sus “negociados”. Dicen que es muy feo involucrar a los niños en problemas de los adultos, pero como yo he tenido la fortuna de conocer a este “niño” desde antes que naciera, que no he estado de acuerdo en muchas de sus decisiones en cuanto a su profesión elegida, y hoy puedo contar la historia sin ningún alarde e interferencia, y hasta en cierto modo, sentime un tanto orgulloso de su trayectoria de argentino bien nacido. ¿Saben por qué? Porque simplemente, ese niño (que es el único del mundo) que tiene una foto con el General Perón a solas en entre sus brazos, es mi hijo.