jueves, 2 de mayo de 2013



                   EL TREN FANTASMA

Enterate por lo menos de algo:
¿QUE MIERDA ES LO QUE ANDAN BUSCANDO ESTOS TONTOS?
Cuando me acuerdo de todos los Golpes de Estado que se sucedieron en la Argentina, me da un ataque de pánico. ¿Saben por qué? Porque me acuerdo de todos los ANTI-PERONISTAS que pudieron llegar al gobierno con la Revolución Libertadora y todas las demás. Políticos Radicales, Socialistas, Conservadores, Demócratas Cristianos, Comunistas, Intransigentes y algunos de otra pelambre, que en cualquier elección normal no sacaban ni 100 votos, porque nadie los quería por inútiles, de pronto y del brazo de los milicos, se convirtieron en ministros, gobernadores, intendentes, jueces, rectores universitarios y embajadores. La gran mayoría de tontos que hoy salen como despavoridos a las calles a gritar estupideces y a golpear cacerolas, no saben nada de esto y tampoco conocieron las barbaridades y las tropelías que estos delincuentes, inútiles, chorros y asesinos hicieron contra el pueblo trabajador. Cuando veo y oigo por radio o televisión, los mismos discursos, las mismas argumentaciones y sus mismas diatribas que escuché allá por 1955 hasta 1983, vienen a mis recuerdos aquellas trágicas realidades que viví en carne propia, porque, quieran o no, fui también y en parte, protagonista. Esas enormes verdades que nadie me las dijo, que no las leí en ningún diario gorila, ni necesité ningún canal de televisión para que me las explicara, están gravadas en mi memoria y puedo dan amplios testimonios de ellas. Me acuerdo como si fuera ayer, que los Radicales, Socialistas, la Iglesia, Conservadores, Comunistas y tantos otros, lo que le decían a Perón, cuando le reclamaban por libertades y por democracia. Pero también me acuerdo de las acusaciones que le hacían: Que era un dictador, que su gobierno era una tiranía, que no había libertad y que el Congreso y sus leyes las había convertido en una escribanía. Pero también me acuerdo que Balbín, Frondizi, Palacios, Gioldi, Codovila, Sábato, Alzogaray y tantos otros, que luego se pasearon abrazados con Lonardi, Aramburu y Rojas festejando la derrota de la terrible dictadura del “titano prófugo” que era Perón. Vienen a mi recuerdo, las figuras tétricas de Raúl Previch y de Álvaro Alzogaray, aquellos que de un plumazo devaluaron la moneda y el dólar que valía siete pesos, pasó a costar 22 pesos de un día para otro. No se me han olvidado los grandes negociados de los militares y civiles del Golpe, tampoco que se cerraron miles de fábricas, y que aquél país con plena ocupación laboral, se convirtió en una cárcel gigante para sus trabajadores, pero tampoco que el partido político mayoritario, el Peronista, fue sacado fuera de la ley por casi 20 años. Desfilan por mi memoria los patrullajes durante el día y la noche, de aviones militares a vuelos rasantes, que se convirtió para nosotros en una modalidad cotidiana y allí vi como cayeron obreros, artistas, profesionales, que por el solo hecho de ser Peronistas, que poblaron las cárceles argentinas desde la Quiaca a Tierra del Fuego. Pero si todavía es necesario para ustedes recordar más evidencias, las tengo archivadas todas en mi memoria. Nosotros, los Argentinos de entonces, no teníamos Deuda Externa, es decir, no sabíamos que era eso. Pero teníamos dos Altos Hornos con sus correspondientes trenes de laminado para producir nuestro propio acero y por ello, fabricábamos barcos, aviones a reacción, vagones de ferrocarril, cosechadoras, tractores, autos, camiones, telares, chapa laminada, caños sin costura para la industria petrolera. Pero además, se fabricaba en el país toda la línea industrial liviana de artículos para el hogar y herramientas. De nuestras escuelas industriales y universidades, salían los profesionales que esa industria reclamaba y el país construyó cientos de hospitales, miles de escuela y millares y millares de viviendas con créditos blandos otorgados por el Banco Hipotecario Nacional. Es decir, me quedo corto en todo este relato que pudiera seguir hasta el infinito si fuera necesario. Pero este mensaje en solitario, será sin duda un alarido más de la impotencia de un memorioso viejo argentino, que no “come cuentos” y que a la hora de la verdad, tiene mucho rollo para compartir con sus modestas campanas de palo. Por eso, cuando ahora oigo tanta alharaca sin sentido, tanta verborragia sin contenido que trata de embaucar a una población desprotegida e ingenua, me siento verdaderamente indignado y por eso PATALEO. El saber lo que ha sucedido antes en la Patria, no solo es tener buena memoria, sino debiera servir para alertar a los ingenuos y desinformados que se “prenden” del saco de cualquier desbalagado y que uno ve, que los arrastran hacia otra vez al precipicio. Esta triste “aventura” que les he contado, tiene un precio que se ha pagado y que deber servirnos para reflexionar en serio: Nos ha costado 30.000 muertos, miles de desaparecidos, un país en bancarrota y dos generaciones de argentinos perdida. ¿Quién lo hizo? Los mismos que hoy se rasgan las vestiduras hablando mal del gobierno, repicando sus cacerolas y diciendo que estamos en una terrible dictadura del Gobierno Constitucional que hemos puesto en el poder con un Congreso funcionando a plenitud y una absoluta Libertad para decir lo que se te cante y que nadie te mete preso. Entonces, uno ingenuamente se tiene que preguntar: ¿QUE MIERDA ES LO QUE ANDAN BUSCANDO?

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